Alteraciones Micóticas


Las alteraciones micóticas en los pies son comúnmente conocidas como infecciones fúngicas o micosis, y el término específico para estas afecciones es el «pie de atleta». Estas infecciones son causadas por hongos, generalmente dermatofitos, que prosperan en ambientes cálidos y húmedos, como los que se encuentran dentro de los zapatos y alrededor de los pies.

Pie de Atleta. Síntomas y Causas.

  • Síntomas: Los síntomas comunes del pie de atleta incluyen picazón intensa, enrojecimiento, descamación de la piel, formación de ampollas y fisuras en la piel, especialmente entre los dedos de los pies.
  • Causas: Estas infecciones fúngicas suelen ocurrir cuando los pies están expuestos a ambientes cálidos y húmedos, como vestuarios, saunas o piscinas. El uso de calzado ajustado y la falta de ventilación adecuada también pueden contribuir al desarrollo del pie de atleta.

Tratamiento del Pie de Atleta

Antifúngicos Tópicos: Las cremas, geles o polvos antifúngicos son eficaces para tratar infecciones leves a moderadas. Los ingredientes comunes incluyen clotrimazol, miconazol o terbinafina. Se aplican directamente sobre la piel afectada y la zona circundante.

Antifúngicos Orales: En casos más severos o persistentes, puede ser necesario recurrir a antifúngicos orales, como fluconazol, itraconazol o terbinafina. Estos medicamentos se toman por vía oral bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Medidas Preventivas:

  • Mantén los pies secos y limpios.
  • Usa calzado transpirable y asegúrate de que tus pies estén bien ventilados.
  • Cambia los calcetines con frecuencia, especialmente si están húmedos.
  • Evita caminar descalzo en lugares públicos, como vestuarios y piscinas.
  • Usa sandalias en áreas húmedas y comunales.

Cuidado de las Uñas:

En el caso de infecciones ungueales (onicomicosis), se pueden necesitar tratamientos específicos para las uñas, que pueden incluir antifúngicos tópicos o, en casos más graves, medicamentos orales.

Si los síntomas persisten o empeoran, es esencial buscar la orientación de un podólogo. El profesional puede confirmar el diagnóstico y ofrecer el tratamiento más adecuado.

Recuerda que la paciencia y la consistencia en el tratamiento son esenciales para superar las infecciones micóticas en los pies. Además, la prevención juega un papel crucial para evitar recurrencias.